El enfoque del economista del siglo XXI

Autor: Leandro Hernández Basto – Universidad Autónoma de Bucaramanga.

Como estudiantes de economía hemos podido investigar en la historia diferentes crisis mundiales, las hemos leído, hemos entendido el comportamiento de su formación, los sucesos que vinieron después y hasta como se pudieron controlar y superar, pero ninguno de esta nueva generación de economistas había hecho parte de una de ellas conscientemente. Hoy nos encontramos ante la peor recesión de los últimos 90 años, según lo afirma el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin lugar a duda, la historia hablará de esta crisis que promete cambiar la manera como nos acostumbramos a vivir y a entender el mundo, y precisamente “entender el mundo” es una capacidad que la ciencia le promete adquirir al estudiante de Economía según Mankiw (1995).

Entre este gremio académico es normal encontrar reacciones en medio de las aulas o en conversaciones de cafetería a compañeros que afirman no saber porque estudian economía, y mucho menos cuál es su función como economistas, y es que la misma ciencia es tan amplia y lo suficientemente compleja para poder tener una respuesta clara al interrogante. Incluso tal vez la vida no nos alcance para poder aprender todo lo que la economía puede llegar a enseñarnos, pero lo que si debe permitir nuestro paso por la universidad es dotar además de un aprendizaje intelectual una serie de capacidades y cualidades que permitan analizar, entender, y ser críticos con el contexto en el que nos encontremos.

Jhon Maynar Keynes uno de los más importante e influyentes economistas del siglo XX quien gracias a sus aportes encontró con sus ideas, conocimiento e inteligencia la manera para marcar un antes y un después en la historia: cambio la forma de ver el mundo y como confrontar sus problemáticas. Los cambios provocados por la Gran Depresión en 1929, la crisis financiera más impactante para este siglo, dio paso a la escuela de pensamiento keynesiano y con ella a una nueva teoría y una nueva forma de entender la economía. Fue así como su nombre se inmortalizo y se ganó un lugar predilecto dentro de la ciencia.

En el libro Principios de Economía (Marshall, 1890) define la economía como el estudio de la humanidad en los negocios de la vida. Aunque su definición se aleja de la conocida “administración de los recursos escasos” y va más allá al querer mostrar la relación tan cercana que siempre ha tenido la economía con el simple hecho de sobrevivir por parte del hombre, lo que debemos rescatar aquí es la importancia que tiene la ciencia dentro del comportamiento social. Ahora, lo que no sé es como estudiantes que tan responsables somos ante esta verdad.

El Banco Mundial enfatiza sobre las profundas dificultades que ha dejado ver la crisis desatada por la pandemia del COVID-19, desigualdad, pobreza, desempleo, productividad, salud son tan solo algunas de las falencias que se replican a nivel mundial. Como aprendices de la ciencia económica hemos adquirido consciente o inconscientemente unas competencias que nos hacen capaces de generar nuevas ideas para mitigar las consecuencias devastadoras que estamos experimentando. Es importante recalcar en este punto que no todos tienen la capacidad de entender lo que ocurre, por lo que no todos tienen la capacidad de encontrar soluciones. Espero, para este momento de la lectura ya tenga una noción de lo que puede llegar hacer como economista.

Esta crisis económica nos pone frente a una práctica magistral, nada de lo que está ocurriendo lo aprenderemos en un aula, por eso nuestra función como estudiantes y próximos profesionales es la de no dejar pasar desapercibido este momento y en cambio lograr entender cada suceso para encontrar la forma de solucionar e impactar la manera en que enfrentamos nuestra realidad. Posiblemente no volveremos a tener a otro Keynes o daremos origen a un nuevo modelo (o tal vez sí), pero lo único cierto es que nuestro enfoque profesional se debe transformar. En pleno 2020 no solo tenemos que comprender el contexto sino además debemos brindar soluciones, para de esta manera generar cambios profundos a las problemáticas que enfrenta la sociedad en la actualidad, porque estamos formándonos para esto. El mundo se pone a nuestra disposición para ser cambiado, la historia contemporánea nos conocerá como la generación de economistas que viviremos la transición a un nuevo territorio global y a una nueva forma de ver y estudiar la Economía.